miércoles, 21 de noviembre de 2012

El peor enemigo de una marca es....su Brand Manager!


Si.

Las marcas, entre otras muchas cosas, necesitan ser consistentes en su posicionamiento y fieles a una estrategia. Ambos pueden evolucionar e incluso cambiar, pero es necesario hacerlo con sutileza y de manera prácticamente imperceptible para el consumidor porque éstos no aceptan fácilmente cambios radicales. Por tanto, cuando comienzas a gestionar una marca debes conocer su personalidad....y respetarla. Si la marca necesita evolucionar o cambiar, planifica, marca los tiempos y cámbiala.

Uno de los errores más comunes que comete un brand manager es “aportar” aspectos de su personalidad a la marca que gestiona forzándola a realizar actividades de marketing que la marca no necesita pero que al brand manager le gustan. Empieza a adaptar la personalidad de la marca a su propia personalidad y esto es tremendamente peligroso porque de las marcas de las que conocemos su personalidad no nos esperamos determinados comportamientos.
La confusión no es buena, si tu marca me genera confusión, no la compro.

Hay varias soluciones, la primera es contratar brand managers que tengan una personalidad similar a la personalidad de la marca. Mujeres para marcas femeninas y hombres para marcas masculinas, por ser escueto. Esto suele funcionar a corto y medio plazo. La segunda solución es contratar brand managers inteligentes, que sepan que su marca es una cosa y ellos son otra.

He visto brand managers retorcer marcas femeninas hasta hacerlas patrocinar eventos deportivos netamente masculinos; he visto brand managers obligar a marcas a entrar en redes sociales sin que la marca tenga un mínimo de conversacionalidad... Mil ejemplos.

En muchos DAFOs el brand manager debería venir en “Amenazas” 

No hay comentarios:

Publicar un comentario